Título: El Lazarillo de Tormes
Autor: Alfonso de Valdés
Personajes: Lázaro
Edición: edebé Colección: ?
Resumen
Pues sepa usted que a mí me llaman Lázaro de Tormes. Soy hijo de Tomé González y de Antonia Pérez, que eran de Tejares, una aldea de Salamanca. Mi padre era molinero, trabajaba en un molino que estaba a orillas del río. Mi madre sintió dolores del parto una noche que estaba en el molino, y allí mismo nací yo, en el Tormes.
En este tiempo fue al mesón de un ciego. Al saber de mí, le pareció que podría servirle de guía.
Se lo pidió a mi madre, y ella me encomendó a él, tras contarle que mi padre, un buen hombre, había muerto en la batalla de Gelves contra los moros, y que confiaba en que yo no seríapeor hombres que él. Le pidió que me tratara bien y que cuidara de mí, pues era huérfano.
El ciego le dijo que sí, que me trataría como a un hijo. Y así empecé servir de guía a mi nuevo y viejo amo. Sin embargo, cuando el ciego cerraba el candado y creía que yo estaba haciendo otras cosa, me acercaba al saco y descosía un poco la costura de un lado. Entonces, por el agujero sacaba no un trocito de pan, sino buenos pedazos, y longaniza y tocino. Luego lo volvia a coser y ¡listo! Cuando comíamos, ponía muy cerca de sí un jarrillo de vino. Yo lo cogía deprisa, bebía un poco y lo volvía a poner en su sitio. Pero el ciego se dio cuenta de que le faltaba vino y desde entonces nunca soltaba el asa.
A mí se me ocurrió coger una paja larga de centeno y, metiéndola en el jarro, chupaba vino. También vio el astuto ciego que alga pasaba con su vino y decidió poner el jarro entre sus piernas, y además lo tapaba con las manos. Al comprender la situación, decidió hacer un banquete. Nos sentamos en una valla, y dijo:
-Quiero compartir contigo este racimo. Lo haremos así: tú picarás una vez, y yo otra, siempre que me prometas que no tomarás más de una uva. Yo haré lo mismo hasta que lo acabemos, y así no habrá engaño.
Hecho así el pacto, empezamos a comer. Pero enseguida el traidor ciego cambió de opinión y empezó a caoger las uvas de dos en dos. Al día siguiente, como no me sentía seguro, me fui a otro pueblo, a Maqueda. Me acerqué a un clérigo para pedirle limosna y él me preguntó si sabía ayudar a la misa. Yo dije que sí, porque el ciego me había enseñado. Y así pasé a servirle al cura.
Sonó la una en el reloj cuando llegamos a una casa, ante la cual mi amo se paró, y yo con él. Sacó una llave y abrió la puerta. Entramos. Tenía la entrada oscura que daba miedo pasar, pero dentro había un patio pequeño y unas habitaciones que no estaban mal. Cogí yo el real y la jarra y eché correr calle arriba camino de la plaza, muy contento y alegre. ¡Pero nunca me llega una alegría sin que le siga un susto! Y así fue, porque subiendo la calle, que compraría con el real para conseguir más cosas, de pronto vi venir hacia a mí la caja de un muerto que llebaban clérigos y otra gente.
En ese tiempo, el arcipreste de San Salvador, servidor y amigo suyo, como vio lo bien que vendía sus vinos y sabiendo lo buena persona que yo era, me propuso casarme con su criada. Y biendo que del arciprete sólo me podrían venir cosas buenas, decidí hacerlo.
y la opinión personal
ResponderEliminarCrees que esto es un resumen del libro
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